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El impacto de una economía digital: El Liderazgo

El liderazgo es una de las bases sobre las que se sustenta el nuevo modelo social, también llamado economía digital.

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Dicen que un nuevo modelo político, económico, empresarial y social ha llegado para quedarse. Si nos ceñimos a lo meramente económico y empresarial queda claro que las organizaciones basadas en la vieja economía se están quedando en por el camino, o lo han hecho ya, tal y como se puede leer en uno de los últimos informes de Deloitte. Dicho informe explora si las organizaciones están utilizando la tecnología del siglo XXI pero con una estructura del siglo XX y qué tipo de liderazgo se requiere para competir en este nuevo modelo. Sostiene, y compartimos en Coodex, que las estructuras culturalmente abiertas, dinámicas y flexibles, basadas en la confianza mutua son la base de la economía de la información. Mientras tanto muchas grandes empresas todavía se basan en una estructura de “mando y control”. ¿Cómo pueden las grandes empresas de sectores conservadores, por ejemplo los bancos, crear una organización culturalmente abierta y tecnológicamente avanzada para competir en este nuevo modelo?.

¿Qué es exactamente el nuevo modelo de economía digital?

Antes de entrar en profundidad, vamos a tratar de explicar brevemente en qué consiste este nuevo modelo. No se trata simplemente de que la empresas se comuniquen a través de los medios de comunicación social. Una verdadera economía digital tiene un flujo de trabajo digital que se integra en las tareas diarias del negocio. No es que los empleados “estén online“. Se trata de que cualquier transacción comercial y de datos en la empresa se pueda realizar digitalmente.

Las nuevas organizaciones disponen de organigramas en los cuales los encargados de tomar las decisiones se encuentran próximos a los técnicos que realizan las tareas. Dichas empresas suelen estar más orientadas a resultados y no tanto focalizadas en los procesos, aunque evidentemente uno tiene que ver con lo otro. Estructuras dinámicas, flexibles, culturalmente abiertas y basadas en la confianza mutua. Esa es la base del nuevo modelo. Las compañías de reciente creación tienen asumido ese nuevo rol mientras que quizá para los grandes trasatlánticos puede ser más difícil asumir esta nueva organización. El choque podría ser demasiado grande para una gran empresa hacer un cambio de estas características de forma rápida. Para ellas sería más eficaz ir asumiendo el cambio por fases cortas.

Un problema con el que se enfrentan tanto las empresas que quieren asumir el reto del nuevo modelo organizacional como los partners tecnológicos que les ayudan realizar el proceso de transformación digital es de mentalidad ya que muchas se ven a ellas mismas como “digitales” porque tienen un departamento, generalmente el de marketing o informática, que a ojos del director general es “digital“. Reconozcámoslo, por que tu departamento de marketing use los medios de comunicación sociales no significa que tu empresa haya asumido el cambio de modelo digitalizando los procesos.

Las empresas de sectores más conservadores, por ejemplo los bancos, saben que la nueva economía digital ha llegado para quedarse, pero lamentablemente no se han centrado en ello. Podría ser debido a la crisis financiera, pero no únicamente es ese el punto el que ha afectado. La mentalidad de los dirigentes de negocios tradicionalmente estáticos no suele aceptar la necesidad de que los empleados sean digitalmente inteligentes, ni tampoco la flexibilidad, la creatividad ni la innovación. A pesar de ello todos conocemos a alguno que sí ha asumido ese nuevo rol desde hace algún tiempo. Han sacudido el sector y han obligado a otros a espabilar.

Generalmente las grandes empresas, e incluso muchas de las que podríamos denominar medianas, tienen tres barreras fundamentales a asumir el nuevo modelo operativo flexible, abierto y dinámico: aversión al riesgo, falta de confianza y falta de un enfoque holístico.

La naturaleza del liderazgo evoluciona cuando una organización se hace más flexible y dinámica. Hay que tener gente preparada tanto para ser liderada como gente para liderar.

Cambio en los procesos de trabajo

Otra de las consecuencias del nuevo modelo de economía digital es su impacto en los procesos de trabajo. La tecnología avanza tan rápido que es complicado que una estructura de organización pueda hacerlo del mismo modo. Ya hay muchos puestos de trabajo flexibles en marcha aunque lamentablemente no todas sus funciones son digitales todavía.

Existe un largo camino por recorrer antes de que toda la sociedad pueda autodenominarse “digital“. Quizá el momento en el que lo seamos ocurra cuando dejemos de llamarle “economía digital” y la denominemos simplemente economía. Y, mientras tanto, podemos ir dando pasos en ese camino. En Coodex ya lo hemos puesto en marcha y estamos ayudando a nuestros clientes a hacerlo. ¿Te animas?

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Javier Mas


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